Comprendiendo el movimiento Craft.

El movimiento craft comienza a surgir en 1970 en el Reino Unido, describiendo una nueva generación de pequeñas cervecerías donde la calidad de los ingredientes, las técnicas de elaboración y el énfasis en el sabor por encima del rendimiento económico a diferencia de las grandes compañías cerveceras.

A medida que el movimiento creció se fue extendiendo por otros países, entre ellos los Estados Unidos.

Desde la Prohibición (la Ley Seca de los años '20), la mayoría de las cerveceras yankees se consolidaron como grandes corporaciones, con productos de sabor suave haciendo un mercado uniforme de un solo estilo con muy poca variedad.

En los '80 muchos consumidores cansados de beber siempre lo mismo, empezaron a fijarse en los siglos de tradición de británicos, belgas y alemanes y empezaron a experimentar con la elaboración de cerveza casera, eventualmente en colaboración de bares ("brewpub") y poco a poco proliferando por todo el territorio, siendo en la actualidad cerca de 3000 cervecerías consideradas artesanas y acercándose al 10% de cuota de mercado local, amen de la exportación a otros países, que se fueron haciendo eco de lo que venía de ultramar extendiendo la cultura craft por los dos hemisferios: Australia, Nueva Zelanda, Canadá, México, Japón...

En contrapartida a las centurias que nórdicos y anglosajones llevan elaborando cerveza, la herencia cultural que compartimos con nuestros vecinos francos e itálicos es la del vino y junto con esa tradición vinicola apasionante, la extendida idea de la cerveza única.

Las primeras fabricas patrias aparecieron a finales del siglo XIX y principios del XX empezaron a dominar el mercado con las pálidas y gaseosas lager de escuela alemana, convirtiéndose en el canon y a día de hoy lo que la corriente mayoritaria de consumidores haga que se decanten por las clásicas cervezas comerciales de toda la vida.

Pero como el auge y expansión de la cultura craft también llego aquí a España y nuestros vecinos latinos, y el crecimiento que ha experimentado en la ultima década es indiscutible, saliendo de los cada vez menos reducidos círculos de aficionados y productores, y llenando el mercado de montones de cervezas de estilos distintos, hechas con productos de proximidad y grandes dosis de pasión.

Imaginaos viajando por carretera.

Hemos llegado a un desvío el cual nos da la opción de llegar al mismo lugar por caminos distintos. El corto y fácil todo por autopista, rápido, aburrido, plano y sin mas paisaje que ver que las lineas de la calzada pasando de forma fugaz.

El otro, mas largo y revirado, se tarda más en llegar y hay un montón de sitios vistosos y llamativos en los que parar, bajando por valles, subiendo por colinas y cumbres, los paisajes no solo se aprecian con la vista sino con los olores, con todos los sentidos...

Esto es el movimiento craft y la revolución de la cerveza artesana.

¿Te unes a este viaje por reviradas carreteras?